Siempre he querido ser arquitecta de interiores y soñado con llegar a tener mi propio estudio. Desde pequeña he acompañado a mi padre a obras y he crecido rodeada de sus revistas, de él he heredado la pasión por este trabajo. Después de estudiar y trabajar en España para Isabel López-Quesada, me fui a Praga y luego a Bélgica a trabajar. Lo que empezó siendo algo temporal, se convirtió en algo permanente. Después de trabajar en varios estudios, tuve la oportunidad de realizar un par de proyectos por mi cuenta y de colaborar con otros arquitectos como freelance. Ahí es donde decidí que era el momento de lanzarme y empezar con mi propio estudio.

Los proyectos que realizo incluyen oficinas, restaurantes y, sobre todo, viviendas. El trato personal con los clientes es una parte importante en el proceso creativo para mí, creando emociones en los espacios privados. Mi ambición es crear interiores cálidos y acogedores, usando la artesanía e influencias naturales, explorando la luz y los materiales.

Los retos más significativos para mí han sido dos:

Primero, el idioma. Vivo en la zona flamenca y aunque llevo años trabajando en neerlandés sin problema, a veces echo de menos tener más vocabulario o fluidez. En mi trabajo tengo la suerte de que las imágenes, los dibujos y las sensaciones no entienden de idioma, y me enfoco en trabajar en esta dimensión más accesible.

Y el segundo reto, de cualquier nuevo destino, construir una nueva red de contactos y conectar con un nuevo contexto laboral, en este caso de arquitectura e interiorismo. Bélgica tiene la ventaja de ser un país de referencia en cuanto a diseño y artesanía. Además, tiene una localización geográfica privilegiada en la que confluyen diseñadores y tendencias de Europa, y también de todo el mundo, de una manera concentrada y accesible debido a que no es un país grande. Esto me ha facilitado estar permanentemente actualizada y a tejer una red de contactos en los años que llevo aquí.

Al resto de socios de la Cámara puedo ofrecerles mis servicios de arquitectura de interiores para proyectos públicos y privados. Con una experiencia de 12 años en Bélgica tengo una red de contactos de oficios y compañeros para poder desarrollar proyectos de distintas escalas en distintas zonas de Bélgica.

Gracias a ser socia de la Cámara me gustaría ampliar mi red de contactos con empresas y particulares españoles en Bélgica, así como abrir la puerta a nuevas oportunidades laborales.