Fiscalift es una gestoría especializada en la contabilidad y la fiscalidad. Nos especializamos en los sectores bancarios, de seguros, de profesiones liberales, informáticos, sector de la salud y asociaciones sin fines de lucro.

Los servicios que ofrecemos van desde la constitución de la empresa (incluyendo el plan financiero, el objeto social, la redacción de los estatutos), pasando por la gestión de la información financiera y su presentación a los distintos órganos de administración de las personas jurídicas hasta la disolución de estas estructuras.

Fiscalift trabaja en estrecha colaboración con los órganos de representación de sus clientes.

Nuestros puntos fuertes son la cercanía, la amabilidad y el saber hacer que se caracteriza por la experiencia presente en su despacho que cuenta con 40 años de trayectoria profesional.

Fiscalift fue pionero en la digitalización aportando cierto valor añadido al tratamiento de la información financiera de sus clientes y no de un concesionario cualquiera.

Por ejemplo, la gran mayoría de la competencia ha recurrido a soluciones SaaS (Software como Servicio), mientras que nuestro administrador sigue siendo el propietario del software. Esto nos da cierta confiabilidad en comparación con la proliferación de productos en forma SaaS.

La complejidad de la profesión ante la canibalización de las normas fiscales, medioambientales, etc., nos obliga a trabajar con especialistas en función de las cuestiones tratadas. Para dar una respuesta precisa, Fiscalift puede contar con una red de expertos reconocidos en todos los sectores.

Este es un verdadero desafío que la gran mayoría de las firmas contables deben enfrentar.

Al igual que ocurre con las normas, asistimos a una canibalización de las soluciones de software para la automatización de procesos. Están dirigidos a sectores muy concretos.

Para el despacho contable, este debe estar preparado para poder ofrecer una solución de procesamiento de información digital en base a la solución utilizada por el cliente.

Esta espera plantea en ocasiones problemas de compatibilidad entre diferentes soluciones donde la API (interfaz de programación de aplicaciones) en ocasiones no está disponible.

Una de las respuestas que se puede dar es la factura electrónica. Esto último será obligatorio a partir del 31 de diciembre de 2025 para todas las relaciones B2B (Business to Business).

Como ocurre con todo progreso, este cambio de hábitos tiene aspectos positivos y negativos. Por ejemplo, con la facturación electrónica, el procesamiento de la contabilidad debería ser más rápido. Con este sistema, poco a poco estamos llegando a la contabilidad en tiempo real.

Sin embargo, para que la contabilidad se lleve en tiempo real, la empresa ya debe tener el software necesario en casa, lo que no siempre es el caso y a menudo varía según el tamaño de la empresa.

Por otro lado, en una relación cada vez más deshumanizada con la administración tributaria, la digitalización no hará más que acentuar el persistente problema que cada vez es más criticado por nuestros órganos de representación. Por ejemplo, a partir del 1 de enero de 2025, en caso de que no se entregue la declaracion de IVA, la administración central ofrecerá automáticamente la llamada declaración de IVA sustitutiva.

El contribuyente dispondrá entonces de 1 mes para impugnarlo. En caso de que no haya disputa, será definitiva. Tenga en cuenta que la declaración de sustitución incluirá automáticamente un importe mínimo a pagar de 2.100,00 euros, incluso en presencia de un crédito de IVA en favor del cliente.

Así, la digitalización reduce los intercambios entre la administración tributaria y el contribuyente. Entonces, partiendo de un principio donde cada situación es diferente, se deben tratar caso por caso. Esto ya no será posible con la automatización de los procesos que estamos presenciando.

Los tres principales retos a los que se enfrentará sin duda nuestra oficina serán:

•  Digitalización 
• Aprender sobre nuevos estándares,
•  Reclutamiento.

La digitalización, un tema del que se ha hablado mucho, es un reto de gran envergadura, tanto en la actualidad como en el futuro. Constantemente surgen nuevos estándares.

Teniendo en cuenta el ya lento trabajo administrativo en nuestro sector y cumpliendo con nuestras obligaciones con nuestros clientes, debemos liberar constantemente el tiempo necesario para su aprendizaje e implementación.

Nuestra oficina siempre está en una fase de crecimiento. Con el fin de permitirnos mantener el servicio que ofrecemos a nuestros clientes, siempre estamos buscando talento.

Dado que nuestra profesión es una profesión escasa, esto requiere una inversión adicional para encontrar la perla rara.

En primer lugar, Fiscalift se dirige al cliente español internacional a través del apego de su fundador a sus orígenes.

Cuando contacta con nuestra oficina, se ofrece al cliente un servicio local y a medida. Para nosotros el cliente no es un número y, contrariamente a la deshumanización de los servicios que presenciamos, deseamos mantener el contacto privilegiado que mantenemos con nuestros clientes actuales y futuros.

Fiscalift ofrece todos los servicios que una persona jurídica, miembro de la cámara puede esperar de una misión de experiencia en contabilidad, fiscalidad e impuestos.