La Cámara organiza una mesa redonda sobre la pobreza energética
El viernes 22 de marzo, la Cámara Oficial de Comercio de España en Bélgica y Luxemburgo celebró un desayuno-debate en colaboración con su empresa socia APPLiA para abordar el tema de la «Pobreza Energética» en la UE. El debate, celebrado en forma de mesa redonda, reunió a agentes de diferentes instituciones y organizaciones para dar a conocer cómo se está abordando esta cuestión.
El Presidente de la Cámara, Pablo López-Álvarez, abrió el acto destacando la importancia del tema, y presentó a Paolo Falcioni, director general de APPLiA. A continuación, Falcioni señaló la magnitud del asunto, explicando que al menos el 42% de los europeos no posee lavavajillas, lo que no sólo genera más residuos, sino también pobreza de tiempo. Según los datos presentados, si toda la población de la UE tuviera un lavavajillas, el ahorro potencial en comparación con lavar los platos a mano equivaldría al doble del consumo eléctrico de Portugal y a 2,5 millones de piscinas olímpicas. Los hogares con bajos ingresos suelen ser los más afectados por el impacto del cambio climático; si se les deja atrás o se les carga con costes energéticos más elevados, las iniciativas climáticas no tendrán éxito. Por esta razón, hacer que las tecnologías sostenibles avanzadas sean accesibles y asequibles para todos es un componente clave para lograr la neutralidad climática. En este sentido, Falcioni recordó las tres dimensiones de la sostenibilidad: medioambiental, social y económica.
A continuación, cada uno de los ponentes tuvo la oportunidad de compartir sus puntos de vista sobre el tema.
Lina Gálvez, eurodiputada, habló de su trabajo abordando la desigualdad en los hogares y añadiendo una dimensión de género a las políticas relativas a la pobreza energética. Debido a la especialización de las mujeres en el cuidado de otras personas, es más probable que se conviertan en cabezas de familias monoparentales, más susceptibles a este tipo de pobreza.
Anne Weidenbach, miembro del gabinete de la Comisaria de Energía, Kadri Simson, en la Comisión Europea, declaró que, dado el aumento de las cifras de pobreza energética en la UE, se está animando a los Estados miembros a que intervengan y presenten medidas estructuradas. Una sugerencia clave es contratar a expertos que asesoren y apoyen a los ciudadanos sobre qué electrodomésticos comprar.
Dora Biondani, gestora de proyectos del Centro de Asesoramiento sobre Pobreza Energética de la UE, explicó que es esencial capacitar a las comunidades a nivel local y dar la oportunidad de personalizar las políticas sociales en función de la región.
Bram Soenen, asesor científico del Ministerio belga de Medio Ambiente, introdujo la cuestión de la dificultad de acceder a aparatos de bajo consumo debido a los costes iniciales. Afirmó que tres herramientas esenciales para que los consumidores puedan elegir estas opciones son la información, el conocimiento y el acceso a la financiación.
Bruno Vermoesen, responsable de Asuntos Gubernamentales Medioambientales de la Oficina de Bruselas de BSH Home Appliances, compartió este punto de vista y explicó cómo a través del Proyecto Papillon, una iniciativa que han puesto en marcha con la empresa social SAAMO, pretenden mitigar el problema dando acceso a electrodomésticos eficientes en el uso de los recursos a familias con bajos ingresos.
Michele Consolini, responsable de investigación de políticas sociales en Eurofund, distinguió entre lo que es competencia de la UE y lo que la UE no sabe hacer. En lo primero incluyó el control de la cadena de suministro, el seguimiento de la cantidad de carbono utilizado para fabricar un producto y la adquisición de materias primas ecológicas. En cuanto a lo segundo, admitió que los Estados miembros tienen capacidad para poner en marcha investigaciones más matizadas y centradas.
Arianna Vitali, Directora General de la Coalición para el Ahorro Energético, enumeró las medidas necesarias para poner las tecnologías de eficiencia energética al alcance de todos: asesoramiento y ayuda específica. Sugirió incentivar los servicios más eficientes y mejorar la educación para que queden claras las ventajas económicas y medioambientales de esta tecnología.
Davide Sabbadin, responsable político en funciones de Clima y Energía de EEB, destacó que esta tecnología es una inversión «beneficiosa para todos»: es mejor para los ciudadanos, para el medio ambiente y para alcanzar los objetivos del Green Deal, que en su esencia incluyen la erradicación de la pobreza energética. Presentó la idea de que los Estados miembros dispongan de préstamos sin intereses para hacerlos accesibles.
Tras las declaraciones de clausura de Anne Weidenbach y Paolo Falcioni, se abrió el turno de preguntas. Ello dio lugar a un profundo debate sobre la interseccionalidad de la cuestión de la pobreza energética, la importancia de la elaboración de políticas locales y el impacto global de las medidas que la UE está tomando para abordar el problema.