Encontré un clima muy propicio, mayor del que había conocido hasta entonces. Retomarlo me produjo una gran satisfacción personal y quise continuar por ese camino.

Cambiaron mi concepción de la vida y también del arte, es una experiencia vital muy enriquecedora. Aprecio mucho la sinceridad del arte africano, la belleza que son capaces de transmitir con formas muy básicas, es realmente mágico.

Allí comencé una colección de bronces que continúo hoy en día.

Ha sido enormemente positivo. Disfruto de una doble visión como galerista y como artista, y creo que es una gran ventaja para mi.

Sigo un criterio bastante personal. Busco sobre todo calidad. Expongo artistas que me gustan mucho, no podría ser de otra manera. El entusiasmo se transmite al cliente. Si no creo en algo, no lo hago, aunque esté de moda o sea comercial.

Mi visión es parecida, pero lógicamente, ahora la conozco más a fondo. Es una industria muy particular y muy compleja, con muchas caras visibles e invisibles.

Me gustaría que la galería fuera conocida por su calidad. Expongo muchos artistas españoles e hispanos. Hay mucho talento que mostrar, y como española, para mi es un orgullo.